martes, 29 de noviembre de 2011

431


Un gramo no es nada. Es el peso de un clip, el de un billete, lo que pesa el capuchón de un bolígrafo. Es algo diminuto, despreciable, diría que casi imperciptible.
Pero un gramo es, en algún momento, lo que marca la diferencia. Es como el milímetro necesario para que dos gotas de agua acaben siendo una, la milésima que le otorga una medalla de oro al atleta o la centésima que te da la pole. Un gramo puede ser la fina línea del abismo que separa los latidos de un corazón del silencio.
431 gramos tampoco es gran cosa. Es menos de lo que pesa medio litro de agua, tres manzanas, muy parecido a lo que pesa una buena barra de pan. Pero también es mucho. 431 gramos es el peso con el que algunos niños nacen y es por tanto el peso más importante, la razón más valiosa y la motivación más profunda para luchar por alguien que acaba de venir al mundo.
Te queda un camino muy largo por delante. Espero que dentro de unos años, cuando peses cerca de 150 veces más de lo que lo haces hoy, sigas tan puro como en la foto que tus padres te han sacado.
Suerte, el camino inicial no va a ser fácil

jueves, 24 de noviembre de 2011

El llanto de Mario


Mario, 3 años. Moreno de ojos, piel y pelo. El brillo de su mirada enjugada en lágrimas me indica que no va a ser fácil...

"-Hola Mario, ¿qué te pasa?"
Mario inicia su estrategia. De sus ojos comienzan a emanar litros y litros de lágrimas de cocodrilo que caen sobre el hombro de su madre. Ella, impotente, comienza a llorar también.
"-¿Esto hay que hacérselo ahora? Es que mire cómo está, y yo no sé si puedo..." me dice su madre entre sollozos.
Mientras tanto Mario, que debe tener lógicamente a su madre en un pedestal, al ver que ella llora más que él intuye que ese señor que se hace llamar anestesista y va con un gorro de perritos no puede ser que sea de fiar, y seguro que le quiere hacer daño. La consecuencia es un aumento considerable de los gritos y llantos...
"-Mamaaaaaaaaaaaaaaaa -grita él- nooooooooo quierooooooooooo"
"-Hijo mio venga, si no te va a pasar nada...."
"-Que noooooooo" insiste él...

En ese momento una señora de unos sesenta años aparece en escena rodeada de un halo de misterio, y por qué no decirlo, de bastante carácter.

"-¿Pero esto qué es? Mario, te vas con ese señor ahora mismo al quirófano. Y sin llorar"
Mirada asesina a la madre... Todas las lágrimas y sollozos desaparecen de su cara de inmediato.
Un minuto después Mario se despide de mamá y de la abuela con una sonrisa en la cara y los muñecos de Trancas y Barrancas en las manos.

Su abuela, que asiste inicialmente imperturbable a la escena deja escapar una lágrima cuando Mario no la ve...
"-Va a ir todo bien? Me pregunta

Una abuela es experiencia, sensatez y consejo. Es un libro abierto, es un espejo. Pero ante todo una abuela es una abuela.

domingo, 20 de noviembre de 2011

La sonrisa de Alicia


La mayor parte de los días que voy caminando al centro me suelo encontrar con las mismas caras; supongo que es lo que tiene vivir en una ciudad pequeña.
Los que viven en ciudades más grandes me dicen que a ellos les pasa igual: se cruzan con las mismas personas en el metro, en el mercado, al salir de casa, al llevar a los niños al cole...
Esas personas que forman de algún modo parte de nuestro pequeño Universo diario tienen nombre y apellidos, familia y una vida e historias personales que en ocasiones explican por qué se cruzan todos los días en nuestro camino, o viceversa...
Una de esas personas, una de tantas con las que cruzamos miradas día a día sin más ánimo que alcanzar a ver lo que hay detrás de ese cuerpo , vino a quirófano hace unos días y me reconoció.
Alicia (desde hace unos días sé su nombre, aunque no es este) es la mujer que por las tardes está en la papelería del centro comercial. Alguien normal, alguien que pasa desapercibida. Pero alguien, a fin de cuentas.

"-Hola soy fulanito el Anestesista"
"-Te he reconocido nada más verte" me decía.
"-¿Sí...?"
"-Claro, tú eres el que va siempre caminando con el teléfono en la mano. Hijo mío desde luego no sé cómo no te chocas con la gente..."
"-Pues sí, ese debo ser yo..."
"- Yo soy Alicia, la de la Papelería" me contestó en un gesto de benevolencia y asumiendo que yo no sabía nada de ella.
"-Anda... claro. Perdona, es que suelo ir a mis cosas, llevo mucha prisa..."
"-Ya...pues mira que pasas a la tienda veces..."

Tras el sonrojo inicial y el sueño profundo pensé que la conversación bien merecía unos segundos de reflexión. La vida, la mía en concreto, va más rápida de lo que a veces podemos llegar a controlar, tanto que no disfrutamos de los detalles, de las personas, de las anécdotas. Vamos de un lado a otro sin tiempo, pensando en lo siguiente, sin detenernos a observar a veces ni lo que estamos haciendo porque los ojos ya están mirando a otra cosa, a veces haciendo invisible a la persona que tenemos delante mientras nos vende una revista y nos da el cambio con una sonrisa en la cara.
Si no nos detenemos y paladeamos estas cosas...¿qué nos queda?

Prometo aplicarme la lección.
Perdonad el existencialismo de hoy.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Dolor


Si nos paramos a pensar no soy capaz de hacerme a la idea del porcentaje de consultas hospitalarias que son debidas al dolor. De hecho, seguramente la mayoría de las visitas a urgencias se deban en esencia al dolor. Un dolor de cabeza (principal consulta médica), un dolor de pecho, un dolor abdominal, dolor al orinar, dolor de espalda, dolor al caminar, dolor de muelas, cólicos nefríticos, dolor por esguinces o fracturas... realmente si no nos doliera nada muchos de nosotros no consultaríamos por el problema que hay debajo.
Efectivamente el dolor es un sistema de alarma y una protección: un sistema de alarma porque nos avisa de que algo no va bien, y un sistema de protección porque nos invita a resolverlo y hace que protejamos la parte que nos duele para no empeorar los síntomas. Y es que "Una hora de dolor es un día sin vivir..."
El problema viene cuando el dolor excede con mucho lo esperado y, lo que es peor, cuando se cronifica una vez el problema se ha resuelto.
En los Hospitales las Unidades del Dolor comienzan a ser un elemento imprescindible para el tratamiento y seguimiento de aquellas personas que presentan dolores de muy difícil control, ya sea a través de tratamiento médico o mediante técnicas quirúrgicas. Normalmente son los servicios de anestesia los encargados de este área de la salud, y sin duda se trata de una subespecialidad muy compleja, tanto como los problemas que allí llegan.
En "casa" vamos a celebrar nuestra primera reunión del dolor la próxima semana (ver programa) con la finalidad de aprender un poco más y hacernos mejores en el abordaje de estos problemas.
Tiene buena pinta, ya os contaré qué tal...

martes, 8 de noviembre de 2011

Girasoles y Coliflores


Mis residentes son buenísimos. Lo sé lo sé, en parte es porque he acabado hace bien poco la residencia y además de ser compañeros muchos son buenos amigos. Y también sé que puede parecer muy subjetivo pero creedme que no lo digo por demagogia, son muy buenos.

- Algunos son como ninjas: silenciosos, limpios en el trabajo, y se van con el deber cumplido con el mismo sigilo con que llegaron. Serían como la princesa Leia de la Doctora Jomeini.
- Otros son como los buenos pintores: te quedas impresionado viendo lo que hacen y sobre todo cómo lo hacen, te muestran su técnica, su método y su pasión en todo momento. Muchas veces hacen obras de arte, otras tienes que quedarte mirando un rato y pedirle que te lo explique varias veces hasta que encuentras el significado de la obra.
- Otros son como adolescentes: impetuosos, emocionales, fuertes y con ganas de cambiar el mundo. Pero con poca experiencia. No obstante, de los nuevos puntos de vista se puede aprender mucho. No subestiméis a un adolescente...
- Otros son enciclopedias, estos no merecen más explicación.
- Otros, simplemente, cogen lo mejor de cada grupo.

Ayer una compañera me dijo que existen los residentes tipo "girasol" y los tipo "coliflor". Todavía no he conseguido definir a cada uno en detalle, pero me dio a entender que el residente girasol debe ser más completo que el coliflor...aun estoy en ello

En cualquier caso creo que los mios son todos girasoles. Y hay que ver lo que me están haciendo estudiar!

Buena semana a todos