lunes, 27 de agosto de 2012

Mozart Group

Si os gustan "Les Luthiers" os va a gustar. Si os atrae la música clásica, os va a encantar. Si os hacen gracia el humor sin palabras os va a fascinar. Si os gusta todo eso junto, posiblemente os pase lo que a mi.
La representación va de menos a más, los últimos 20 minutos son espectaculares.





Que lo disfrutéis

miércoles, 22 de agosto de 2012

El rayo de luz



Sale el Sol e intenta asomarse tímidamente a través de los huecos que deja la persiana del dormitorio. La tenue luz ilumina la pared del aseo y el espejo, que a su vez refleja un ventilador oscilando en la otra pared. El canto de un gallo lejano acompasa el lento movimiento de los haces de luz. Uno de ellos, el más pequeño y el más travieso, se escapa del resto y se dirige a un mechón de pelo negro escondido entre las sábanas. Pelo rizado, oscuro, pero iluminado y precioso en la penumbra. Detrás se esconde un rostro algo tímido, relajado, respirando de forma acompasada y plácida mientras lo observo.
Me vienen a la mente montañas de recuerdos, de imágenes y sonidos: El primer café, el primer día en el cine, el primer paseo, la primera canción, el primer roce con su mano mientras me hacía el distraído... luego vino el primer beso, el primer "Te quiero", los viajes, la carrera, el trabajo y la distancia, los buenos momentos, y los malos también...En todos esos instantes ha estado ella, acompañándome, sin quejarse, disfrutando de cada momento bueno y apoyándome en los malos, y ha hecho de mi vida una historia inolvidable.
Todos esos recuerdos me llevaron no hace mucho al punto en que los nervios de los preparativos, los miedos y las ilusiones a qué pasará se amontonaron en mi estómago...y entonces le hice la pregunta...

...han pasado unos meses. "Qué suerte tengo" me repito en ese momento mientras abre un ojo y se gira para seguir durmiendo.
Creo que me voy a poder acostumbrar muy fácilmente a estos momentos.

Gracias, espero estar a tu altura en el camino que nos queda juntos, en breve como marido y mujer.

lunes, 13 de agosto de 2012

La entrevista

Llaman a la puerta de mi casa...
- Hola, buenos días.
- (¿Buenos días? Pues será para ti maja, a la hora de la siesta atacando). Buenos "días".
- Mire, vengo de la empresa tal y cual ¿Dispone de unos minutos para contestar unas preguntas sobre el servicio?
- (pffffff, 4 de la tarde... no me has dado ni tiempo de comer!). Sí, dígame.

Comienza la entrevista. Primera pregunta.
- ¿Le importa decirme su nombre completo?
- (Y digo yo, no deberías saberlo tú, ya que vienes a mi casa preguntándome por el servicio que me das?). Y digo yo, no deberías saberlo tú? (Esta vez he pensado en voz alta)
- Es un formalismo -contesta sin inmutarse y con una sonrisa de oreja a oreja-
Cuando le doy mis datos le cambia la cara.
-¡Anda! -contesta con cara de sorpresa- pero si tú fuiste el que me durmió cuando me atropellaron .

Me cuenta y me recuerda su historia, y las imágenes llegan con nitidez a mi mente. Su cara ha cambiado este año tanto como la felicidad de la maternidad la ha invadido y las ojeras son tan solo una nimia anécdota encubierta por unas mejillas sonrientes.
- Gracias por todo, me dice.
- Pa' eso estamos (nunca sé muy bien qué decir en estos casos)

Finaliza la entrevista pronto, me dice que no quiere molestar.

Aprendo dos cosas de todo esto: primero, creo que necesito unas vacaciones pronto; segundo, la vida sigue más allá de donde nosotros le ponemos el punto y aparte a un episodio.

Que te vaya bien.