lunes, 21 de octubre de 2013

Todo por la pasta


En los últimos años nos estamos acostumbrando a escuchar las palabras "recortes" y "tijeretazo", "ajuste fiscal", "periodo de transición", "necesidad de colaborar con la situación" o "da las gracias que estás trabajando" para escudarse en la disminución de presupuestos que se está produciendo en áreas tan esenciales como las pensiones, el sueldo de los funcionarios, la educación, o en el caso que más me afecta, en la sanidad.
Pero empiezo a ver cosas que rozan lo dictatorial: imposiciones, "decretazos" en la dirección de los hospitales, negación de la asistencia a sin papeles, incluso negación de la asistencia a pacientes de otras comunidades autónomas, y es más, incluso a pacientes de la misma, pero diferente provincia. Yo esto de la cohesión no lo entiendo muy bien, pero creo que el sentido común es el más común de los sentidos.
Ahora empezamos a cobrarle a los pacientes cuando solicitan una copia de un informe de algo que les ha pasado, para entregarlo a su médico del centro de salud, para tenerlo en caso de accidente o enfermedad, o también para emprender acciones legales si entienden que deben hacerlo. Ahora se le quiere cobrar a los pacientes crónicos por tratamientos que difícilmente van a poder pagar, con las consecuencias esperables. Ahora se ofertan servicios en cartera que desde instancias superiores, siempre en silencio, se ordena que no se den. Ahora no hay dinero para operar en la púbica, pero se negocia con la empresa privada operar a los mismos pacientes pagándoles a estas clínicas en lugar de negociar con tu personal. No tengo ni idea de si existen intereses o si no, pero al menos todo esto deja un tufo bastante desagradable.
Espero que pronto empiece a imperar la coherencia. La gente se lo merece.

No hay comentarios:

Publicar un comentario