Hace años que llegaron a mi vida. Un poco por casualidad, sí, pero cogieron un buen lugar dentro de mi rutina y mi mente. Gracias a ellos los días son más llevaderos, las sonrisas son más fáciles, el cansancio un incentivo y los dolores se convierten en cosquillas.
Cuanto menos estoy a su lado más adictivos son y, aunque no lo crean, más me falta para ser yo mismo.
Mis sobrinos, esas fieras por domesticar...
como opinión personal, los niños son necesarios para hacer la vida más amena y mucho más llena de felicidad.A ti lo que te hace falta es ser padre!!!que vas a ser padre añoso como dicen con las madres!jiji.Disfruta de tus sobris.Suerte!!!!
ResponderEliminarTodo llegará...
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