sábado, 30 de julio de 2011

Sentirse valorado



Qué importante es sentirnos útiles en el día a día.


Vivimos en una sociedad caracterizada, entre otras muchas cosas, por una elevada exigencia.

Estamos obligados a alcanzar la perfección en muchos aspectos; un fallo en nuestro trabajo puede tener consecuencias muy desagradables también para nosotros mismos. Desde el colegio se nos penaliza no sólo por malos comportamientos, sino también por el descuido, el error. Aunque es bueno, porque nos enseña a ser eficaces y a desarrollar aptitudes, puede llegar a ser contraproducente y convertirse en el antagonismo de la motivación.


En ocasiones nuestras actitudes son "defensivas" es decir, podemos llegar a obrar intentando evitar problemas. Obrar pensando en evitar conflictos no equivale siempre a hacer las cosas bien.


Se nos olvidan a menudo dos detalles que podrían convertir nuestras vidas en algo más agradable: la primera es que somos humanos, y errar es humano. Los fallos forman parte de la vida, es más, son la propia vida. Nuestros caminos confluyen gracias a nuestros aciertos, pero también a nuestros errores. Los errores nos hacen aprender, y suelen ser lecciones que dificilmente se olvidan.


El segundo detalle se resume en dos palabras: "bien hecho". Al igual que estamos obligados a corregir errores, deberíamos felicitar a alguien que ha hecho las cosas bien; se trata de un arma poderosa que sirve como incentivo y anima a seguir trabajando duro.



Gracias a todos los que hacen bien su trabajo y al que no, que no se preocupe, errare humanum est, lo importante es aprender del fallo y no repetirlo.

2 comentarios:

  1. una palmada en la espalda y un "buen trabajo" tienen mas poder de motivación que cien broncas por descuidos.

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