martes, 23 de agosto de 2011

Latidos


No siempre las cosas salen bien...

...dos personas, pero a la vez son la misma. Un cuerda de vida las une desde hace meses, a la espera de que el tiempo decida el momento de separarlos en cuerpo, que no en alma.
Un día tranquilo, soleado, un momento de risas y paz. Un segundo separa la felicidad de la angustia, el segundo que hace falta para que un fuerte golpe ponga en peligro todo lo que hace que sean una misma persona, el segundo necesario que puede hacer que se separen para siempre...
Los huesos rotos en ella son lo que menos le duele, la debilidad la hace la más fuerte: sabe que debe resistir y luchar por dos. Es muy pronto para traerla al mundo, y muy mal momento para una operación que, por otro lado, es vital. La decisión está tomada, los riesgos hay que asumirlos.
Horas después ella se encuentra bien, los miedos iniciales se han reducido exactamente a la mitad, los que están concentrados en que la persona que se encuentra al otro lado del cordón sea tan fuerte como su madre.
La sonda del ecógrafo busca señales de esperanza para todos, busca la respuesta a la duda.
...y suena, vuelve a sonar, una y otra vez. Los latidos se oyen fuertes, con ritmo, como un tam tam informando desde el otro lado que hay vida, que nadie se rinda...

...no siempre las cosas salen bien, pero en esta ocasión sí.

2 comentarios:

  1. Imagino que andarás de merecidas vacaciones, pero aún así......¡¡ se te echa muuuuuuuuuuuuucho de menos!!! Anda, a ver si nos alegras la noche de trabajo viñarockero con algún post, para esos que por desgracia este año nos han castigado sin vacaciones, jejeje.
    Besos!!!

    ResponderEliminar
  2. Hola! Pues la verdad es que no han sido vacaciones, sino muchas guardias y pocas anécdotas...pero vuelvo con ganas! Espero seguir contando cosas por mucho tiempo

    ResponderEliminar