domingo, 25 de septiembre de 2011

El tatuaje


Poner una epidural para ofrecer analgesia en el parto no es un asunto tan trivial como se puede pensar; tiene sus indicaciones, sus complicaciones y sus riesgos.
Un "problema" con el que cada vez nos encontramos más es con la presencia de tatuajes en la zona de punción, y las futuras mamás a veces no teminan de entenderlo.

...Dos alas de un ángel cogidas por el centro por una cabeza de Unicornio se apoderan de las lumbares de nuestra mamá...
"Entonces no me quieres poner la epidural"
"No, mire, es que el tatuaje está justo donde debemos pinchar"
"Yo firmo lo que sea, pero póngala"

La tinta que se emplea para realizar un tatuaje posee cierto efecto neurotóxico, esto es, resulta perjudicial o incluso nocivo para los nervios. Al puncionar el espacio epidural corremos el riesgo de colocar parte de ese pigmento alrededor de alguna raíz nerviosa, y dañarla. Esto muy posiblemente no tenga relevancia, pero puede causar desde un dolor permanente hasta una impotencia o debilidad en la madre. Eso sí, esto es bastante raro.
Por otro lado, aunque todavía no hay datos que muestren consistencia, parece que se ha relacionado también con el desarrollo de tumores espinales. Es, por tanto, una técnica que puede someter a riesgos excesivos a una persona, por otro lado sana.

"Mire, es que no es tan fácil. La epidural en su caso tiene sus riesgos"
"Yo así no puedo parir. Que me hagan la cesárea"

Ay madre...

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