jueves, 8 de septiembre de 2011

Héroe


Cuatro de la mañana, suena el busca...
Tumbado en la mesa se encuentra él. Tendrá unos veinte años. Perfil griego, aspecto fuerte. Duerme plácidamente, o al menos eso parece. El color rojo vivo de su piel y la máscara de oxígeno delatan su origen. Se pondrá bien.
Me preocupa más su acompañante. De unos cuarenta años de edad, su aspecto es más débil, aunque el perímetro de su abdomen delata felicidad. Su pelo es canoso, pero seguramente menos de lo que aparenta por las trazas de ceniza que inunda su cara. Mirada perdida, ojos turquesa que miran al infinito. Su brazo izquierdo sostiene lo que parece ser su mano derecha.
"¿Le duele mucho?" Pregunto.
No contesta.
"Vamos a tener que pasarlo a quirófano, esa herida hay que curarla en profundidad"
Asiente, nada más.
"¿Se encuentra bien? Venga, se va a recuperar, y su familiar también"
"No es mi familiar. No lo conozco"
Silencio en la sala.
"Pasaba por allí."

Transcurrieron sólo unas horas en quirófano, aunque las secuelas durarán toda la vida. Pero nadie podrá quitarle la grandeza de lo que hizo. Nunca se le podrá agradecer lo suficiente el acto tan desinteresado que llevó a cabo. En los tiempos que corren la gente no se juega su integridad por el desinterés, por ser humano. La gente no pone "la mano en el fuego" de forma literal para evitar que otro lo haga. La gente no se juega el físico por salvar de un accidente a otro.
Y sin embargo, él lo hizo.

Seguro que el destino te tiene algo grande reservado. Gran persona y héroe anónimo.

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