martes, 27 de diciembre de 2011
Al mal tiempo buena cara
domingo, 11 de diciembre de 2011
Silencio, se juega
lunes, 5 de diciembre de 2011
En el trabajo
viernes, 2 de diciembre de 2011
Pintadas en los brazos...
martes, 29 de noviembre de 2011
431
jueves, 24 de noviembre de 2011
El llanto de Mario
domingo, 20 de noviembre de 2011
La sonrisa de Alicia
sábado, 19 de noviembre de 2011
Dolor
martes, 8 de noviembre de 2011
Girasoles y Coliflores
domingo, 23 de octubre de 2011
La necesidad
Hombre de 48 años. Acude "al 4" a tratarse una fractura en un dedo.
"-Buenos días -le dije- a ver ese dedo...no parece mucho"
"Ya, -me contesta con una sonrisa- dejármelo bien"
"Se hará lo que se pueda..."
La operación comienza y me fijo en que nunca pierde la sonrisa de la cara. No veo dolor, sufrimiento ni preocupación. El dedo es lo que menos le importa en el mundo.
"-¿Estás bien? -le pregunto. Te veo muy tranquilo"
"-Estoy fenomenal. Que todos los problemas sean esto"
"-¿Cómo te lo has hecho?"
"(No recuerdo exactamente sus palabras, pero esto vale)-Vais a pensar que soy un poco tonto...ayer discutí con mi pareja. La verdad es que estuve dándole vueltas toda la noche. Una de esas discusiones que no llevan a ningún sitio, y además fue culpa mía. Muy tonto. Decidí pedirle disculpas, pero he querido hacerlo de una manera especial. Así que me pasé buena parte de la noche haciendo un cartel enorme en una sábana que ponía TE QUIERO"
"-Y...¿cómo has acabado aquí?"
"-Esta mañana cuando se ha levantado de la cama ha abierto la puerta de la habitación y yo, que estaba todavía colgando la sábana, me he desequilibrado y me he ido al suelo. Y aquí estoy!"
"-Vaya...espero que haya servido para algo"
"-Claro, le ha encantado"
Hoy he descubierto un nuevo motivo para entrar a quirófano: la necesidad de ver a otra persona feliz.
No veo razones mucho mejores que esta.
miércoles, 19 de octubre de 2011
Mi ciudad
Decir que tu ciudad o tu pueblo es el mejor del mundo puede entenderse como un acto de patriotismo a veces excesivo. Que un amigo que viene a las fiestas lo diga entra dentro de lo posible. Que una persona que no es de aquí le muestre tanto cariño a esta ciudad merece que le dedique unas líneas en mi blog.
De mi ciudad dicen que es el lugar en el que lloras dos veces: El día en que sabes que vienes a vivir, y el día en que sabes que te tienes que marchar...
No conozco a su autor, pero gracias
"Dicen que para amar algo hay que conocerlo. Y no conozco lugar en el que tal expresión cobre mayor sentido que Albacete. Aquélla ciudad –les habla un alcoyano- es, aún no he logrado entender por qué, objeto de chanzas y rimas más o menos ordinarias y que todos conocemos. Suele reivindicarse incluso como ejemplo de españolidad acomplejada, profunda, atrasada, normalmente en contraposición con las virtudes o méritos extranjeros o de otras ciudades españolas más europeas. De Albacete tan sólo se esperan quesos y cuchillos. Topicazos propios de una ignorancia sin lagunas.
“Está en medio de ninguna parte”, me dicen a menudo, como si entre Madrid y las costas no hubiera vida inteligente ni casa en pie. Y yo digo que está cerca de todo. A dos horas del mar, a dos horas de la capital, nudo estratégico de comunicaciones.
En todas las competiciones deportivas hay un equipo revelación, un conjunto al que nadie espera porque nadie conoce; pues bien, de existir una suerte de torneo de ciudades no me cabe duda que Albacete sería la gran sorpresa, precisamente por haber sido durante demasiado tiempo la gran desconocida. Probablemente no pueda ofrecer espléndidos monumentos, vestigios romanos o catedrales que inspiren novelas. Probablemente, ¿y qué? Conozco pocos forasteros que bajen del autobús buscando desesperadamente las ruinas íberas o el museo de turno. Por lo general, cuando se visita una iglesia ocurre como en las bodas, la mitad se queda en el bar de enfrente. Así las cosas, pareciera que la Catedral de San Juan Bautista se construyera para callar bocas, pues hace menos de un siglo que se concluyó. De modo que el turista de guía en mano y riñonera que se empeña en martirizar a sus amigos con fotos de viajes también tendrá la oportunidad de hacerlo con postales de la ciudad. Amén de la citada Catedral, tiene el Museo de la cuchillería (éste también pareciera hecho ad hoc: ¿no esperan cuchillos? Que se jarten), el nuevo Ayuntamiento, la emblemática Posada del Rosario, o una plaza de toros con toros -que hoy en día ya es mérito-, réplica en miniatura de Las Ventas y que atrae magníficos carteles durante la Feria. Mención aparte merece el Parque Abelardo Sánchez, pulmón verde de la ciudad y seguro que, en proporción, de los mayores de España. De modo que si a nuestro turista afanoso –alampao por mejor decir- aún le queda batería en la cámara podría echar una ojeada a la interesante oferta comercial, Pasaje Lodares, calle ancha hasta el Altozano. Allí que se siente de una vez, y si lo hace frente al Gran Hotel que le tire un par de fotos y marche a llenar el buche. Al Callejón, a Nuestro Bar, al vuestro o al de más allá, es igual, comerá de fábula. Y aunque no es cocina manchega, alguien me enseñó que Il Forno es otra opción a considerar. Que el amigo elija a ojos cerrados: difícilmente se equivocará.
Albacete es ciudad limpia –como suelen serlo las de interior-, cívica-¡los jardines conservan las flores!- y ordenada, muy alejada del catastrófico urbanismo costero. Albacete es emprendedora, sencilla, comercial, de sobriedad castellana y vitalidad manchega. Genuina como pocas pero sin el divismo que caracteriza a otras capitales españolas. Albacete es grande aún teniendo el tamaño ideal.
La Feria, la más divertida de cuantas se celebran en España –y un servidor conoce unas cuantas-, es ejemplo evidente, concentrado en diez días, de las virtudes que adornan la ciudad. Desde el mismo recinto ferial, bautizado la sartén –quizá porque, como dice Joaquín Reyes, la gente se fríe ahí dentro-, hasta el momento vespertino de sidra y miguelitos, pasando por las tómbolas, las luces, las norias, el bullicio, los maniquíes pisando uva, los mejillones gigantes de exrealba, las hamburguesas de los montes del Tirol de Uranga, el Ateneo, los mojitos,pero sobre todo –y en realidad es éste y no otro el motivo que inspira estas letras- sus gentes, su capital humano que dirían hoy los cursis del idioma.
El albaceteño –y este masculino actúa de genérico, últimamente parece que hay que recordarlo- es hospitalario, amable, alegre, sencillo, espontáneo, y con una retranca y un ingenio que ahora, por fin, es conocido en el resto de España. Yo lo dije cuando aún no había ni Hora Chanante, ni Muchachada Nui, ni Tío la Vara, ni Goyo Jiménez: “El ingenio creativo, la agudeza, la chispa que hay aquí no la hay en ningún otro sitio”. Es verdad, prometo que lo dije. Saturados del humor andaluz, a mi entender sobreactuado y cargante, que pivota en torno a la exageración permanente, el humor manchego toma el relevo y supone una bocanada de aire fresco. De Tarifa a Santander y de Alicante a Lugo se habla de asobine, de tollinas, o de guacheras,queexpresiones haya cascoporro y en todos sitios las hemos hecho nuestras.
Un lugar de gente alegre, que sonríe, abierta, y extrovertida, un lugar que conserva la ingenuidad de la mujer bonita que actúa como si no lo supiera.
De Rafael Nuñez Huesca. Gracias
jueves, 13 de octubre de 2011
El pasillo sucio
domingo, 2 de octubre de 2011
Cuentos, niños y deseos
miércoles, 28 de septiembre de 2011
Hasta siempre
domingo, 25 de septiembre de 2011
El tatuaje
lunes, 19 de septiembre de 2011
El regalo
viernes, 16 de septiembre de 2011
De decisiones, errores y vida...
lunes, 12 de septiembre de 2011
Mírale la cara
domingo, 11 de septiembre de 2011
"Echar la anestesia"
"-Oiga, ¿qué anestesia le va a poner a mi marido? La última vez le costó mucho echarla".
Normalmente con ese término se suele hacer referencia a un malestar general tras una intervención, caracterizado principalmente por sensación nauseosa con vómitos en ocasiones, y retención urinaria. También puede guardar relación con mareos, vértigos y debilidad. Con el paso de las horas los pacientes experimentan mejoría gradual de los síntomas, quedando en ocasiones una sensación desagradable.
Buena parte de estos síntomas son causados por la propia medicación empleada durante la intervención, sobre todo los opioiodes usados para tratar el dolor. La línea que divide la ausencia de dolor gracias a la medicación y el malestar por exceso es muy fina, y los anestesistas tendemos a preferir ser enérgicos para frenar el dolor, aunque cueste cierta sensación desagradable. En definitiva, que en parte es debida al intento de que no haya dolor.
Pero no sólo es eso. La propia cirugía es el estímulo más poderoso para que un paciente se sienta "regular" durante unas horas. Esto ocurre fundamentalmente en las cirugías abdominales, en las de oído y ginecológicas. La cirugía somete al cuerpo a un estímulo muy estresante que altera casi por completo el equilibrio corporal. Es, por decirlo de algún modo, como pasar una enfermedad muy intensa en muy poco tiempo. Según el cuerpo va recuperándose de la agresión va entrando en la normalidad.
Los vómitos en este caso suelen ser por la falta de movilidad intestinal, pero no guardan relación directa con la anestesia. De hecho se insiste mucho en las ayunas antes de la cirugía; porque, si no damos ninguna medicación de forma oral, ¿qué anestesia habría que "echar"?
jueves, 8 de septiembre de 2011
Héroe
lunes, 5 de septiembre de 2011
Gracias
martes, 23 de agosto de 2011
Latidos
jueves, 18 de agosto de 2011
Cuando estás al otro lado...
viernes, 12 de agosto de 2011
La carta de despedida
"Fueron tus ojos. No, fue tu mirada. Tu mirada fue la que me enamoró desde el momento en que absorbiste mi alma a su través. El sonido de la lluvia en la noche en que nos conocimos no hizo sino dar un toque más íntimo y mágico a aquel momento. La piel mojada, el vello erizado, los movimientos trémulos de tu cuerpo por el frío me dieron la oportunidad que quizás nunca habría tenido contigo; el momento en que mi chaqueta se depositó en tus hombros sentí todo aquello que siempre esperé y nunca logré. Tu sonrisa clavada en mi retina me lo decía todo. Supe que sería para siempre...
...Hoy hace 25 años y un poco de aquello, los 25 más maravillosos de mi vida, un camino juntos que hoy el destino pone a prueba, pero espero que por unas horas, como un paréntesis, una coma en el texto para tomar aire y seguir la carrera...